CENTRAR LA ATENCIÓN EN EL CORAZÓN (MEDITACIÓN)

Imagina que, en tu corazón, hay un punto de luz el cual crece y se expande cada vez más. Siéntelo así con toda intensidad: Tú eres Luz, porque en tu corazón está la Divina Presencia Crística y Ella irradia Su Perfección a través de ti. Concéntrate en el corazón y siente su latir, si es posible. Piensa y visualiza que eres un punto de Luz, una Chispa Divina que crece y se expande hasta convertirse en un sol. Di mentalmente, lo siguiente con toda convicción:

YO SOY un sol e irradio luz. YO SOY el sol de la Presencia Crística, pues su Luz está en mí y yo la expando desde mi corazón.

Repite este pensamiento: YO SOY UN SOL E IRRADIO LUZ

Permanece un tiempo breve en silencio, en esa actitud de recogimiento y paz, siempre centrando la atención en el corazón. Hay que practicar el silencio para aislarse de todo el ruido exterior y poder hacer la conexión perfecta que nos dará el contacto con el Ser Divino que mora en nuestro interior. En todo problema, dificultad o sobresalto, siempre puedes acudir a Él y pedirle su poderosa asistencia, que sentirás después como "intuición", "corazonada", "impulso de realizar algo", etc.

Sin embargo, la principal finalidad de la Contemplación no es pedir, sino realizar ese divino contacto con la Fuente Suprema de toda Perfección, que es el Dios de nuestro corazón.

Algunas afirmaciones cortas, te ayudarán bien en esto. Cada día puedes elegir una y concentrarte en ella durante la Contemplación. No olvides de sentirte y visualizarte envuelto en luz radiante que rodea tu cuerpo, saliendo a raudales desde tu corazón. Los decretos siguientes te servirán mucho para realizar la Contemplación:

"Saludo, reconozco y bendigo la plenitud de la Magna, Todopoderosa Presencia de Dios YO SOY en mí y del Cristo Radiante".

"Mi templo está en el corazón y es el Templo no hecho con las manos".

"Dios se encuentra en mí y YO SOY uno con mi Interna Divinidad".

"YO SOY el Sol Dorado de la Presencia Crística, irradiando".

"YO SOY el Cristo en acción".

"YO SOY un Sol e irradio Luz".

La duración de la contemplación será como cada uno lo sienta. No hay tiempo determinado. Conviene realizar este ejercicio una o dos veces cada día, preferiblemente por la mañana o por la noche. No es una práctica que se empiece, se cumpla y se acabe, pues la contemplación puede durar toda la vida y siempre resulta beneficiosa para todos.

A los que dispongan de poco tiempo y se levanten al amaneces, les recomendamos esta forma rápida de realizar la contemplación:

A las siete de la mañana, cuando el Sol está bien visible por encima del horizonte, vete a una ventana y míralo de frente. Una ojeada es suficiente, pues no se soporta su resplandor. Graba esta imagen en tu mente y recuérdala cada vez que puedas, asociada con tu Divina Presencia, que es el Sol de tu corazón. La imagen del Sol es la imagen auténtica, radiante y brillante Presencia de Dios, el Manto Electrónico de la Presencia en cada ser humano. El mirar el sol, será suficiente para centrarte en tu Presencia y contactar su poder

Cada vez que te llegue la imagen del Sol, piensa en el Poder, en la Maestría de tu Presencia. Poco a poco trata de entrar completamente en ese resplandor de Amor, Vida, Verdad, Luz, diciendo: YO SOY eso. Basta tu voluntad de que te penetre la Luz para que esto se cumpla. No hagas grandes esfuerzos para ir a encontrar la Presencia de Dios. Aquiétate y la encontrarás en la paz del corazón.

EL LEGADO DE RA & MAAT L:.H:.D:.A:.D:. / N:.O:.A:.A:. / L:.O:.T:.G:.D: / R:.C:.